Gran Hermano: quiénes son los 24 participantes

Gran Hermano volvió con todo a la pantalla de Telefe y, después de varios meses de espera, finalmente los fanáticos del reality más famoso del mundo pudieron conocer a los protagonistas de esta edición.

De edades y profesiones muy variadas, perfiles más altos y otros más bajos, los nuevos ‘hermanitos’ prometen mucha diversión y escándalo.

Keila Sosa fue la primera en ingresar a la casa más famosa. De Tigre y con 28 años, se definió como “impulsiva y dramática”. Aseguró que quiere ser famosa desde que los 3 años: “Nací para esto. Soy muy cholula, lo veo a Santi y me quiero morir”.

La joven, que aseguró que jugará fuerte en el confesionario, está de novia desde hace 4 años. Además, dijo que tiene un padre “mujeriego” y se hizo las lolas pero que ya están “un poco caídas”.

Claudio Di Lorenzo tiene 41 años, vive en Flores y tiene dos hijos. Aseguró que le gusta molestar a la gente y hacer bromas.

“Creo en lo que es la Ley de atracción. De hecho, mi vida se basa en eso. No me imagino estático. Soy uno de los que cree que la tierra es plana”, contó.

Lourdes Ciccarone tiene 22 años y es de Mar del Plata. Dijo que es “una linda mina, fachera, copada y graciosa” y que en el último tiempo su autoestima y su ego “se fueron por las nubes”.

“Mi estrategia es hacerme la rubia boluda y después arremeter con todo”, señaló.

Es de Berazategui y el más chiquito de la casa. Con 18 años contó que su sueño es ser jugador de fútbol profesional. También le gusta el streaming, le encantan las cámaras y la actuación. “Intenté hacer streaming pero no me veía ninguna persona”, admitió.

“Soy chamuyero, Soy bastante tímido pero entro en confianza y empiezo a tirar palos por todos lados”, expuso.

Sandra Priore tiene 50 años, es de La Plata y, de entrada advirtió que no entra a la casa para levantarse a nadie. “Ese no es mi objetivo pero tampoco sé lo que puede pasar”, reconoció.

Dijo que busca “liberar a las mentes de los prejuicios” y remarcó que “todos tenemos un muerto en el placard.

Carlos Tocco es de Ituzaingó. “Yo me crié en la escuela de la calle”, contó. Y añadió que es empresario de la noche. Tiene boliche bailable y también es mayorista de lencería en la calle Avellaneda.

“Mi historia de vida es fuerte. Tuve una doble vida durante 25 años. Lamentablemente no terminó bien”, relató. Y detalló: “Fui jugador de fútbol, después fui técnico, tuve 2 operaciones de columna por mala praxis, había quedado en silla de ruedas”.

Candela es de Villa Luzuriaga, La Matanza, es estudiante de personal trainer y da clases de patín. Se dedica a patinar desde que es chiquita y compite a nivel profesional.

“Me gusta el chusmerío. Mi estrategia es observar, sonreírme y jugar”, aseguró.

Es de Mendoza, a los 5 años le sacaron las amígdalas. “También puedo poner voz de macho, me gusta usar mis dos personalidades”, dijo el joven de 23 años.

Usa audífonos y tiene un problema de hipoacusia. “Trabajo en el taller mecánico de mi papá pero ni loco me ensucio las manos”, comentó.

Martina Pereyra es de La Plata, es modelo y contadora. “Grito, puteo. No pego, pero levanto mucho la voz”, reconoció.

Dijo que no sabe cocinar y odia limpiar: “Cualquier cosa por favor, menos limpiar”.

Giuliano es de Venado Tuerto, tiene un hijo de 7 años, es vendedor y aseguró que puede vender cualquier cosa: “Siempre me gustó la plata”.

Le gustan las artes marciales y aclara que gracias a eso pudo conocer gente de diferentes clases sociales: “Puedo encajar, puedo empatizar”.

De Tucumán, mamá de una mujer de 30 años, tiene 3 nietos y está casada con Jorge desde hace más de tres décadas.

“Me gusta mucho la repostería. Soy cocinera, depiladora, peluquera, enfermera. Hago de todo un poco”, dijo.

A Santiago le dicen “Tato” y es de Montevideo. El uruguayo dijo que “sufre bullying por fachero”. “Me gusta gustar”, admitió.

“Durante mucho tiempo pensé que había algo mal en mí cuando una chica no me daba bola. Hoy tengo claro que yo soy lo que soy, me gusta como soy, si les gusta bien, y si no, no”, aseguró.

Lo primero que contó Chiara es que vive en un barrio privado ubicado en Canning. Fue modelo y promotora, hizo cosas de actuación y bailó.

“Mi papá fue jugador de fútbol. Jugó en la Selección y en equipos como Boca e Independiente. A mí, por desgracia, me encantan los jugadores”, contó.

Es el cordobés de esta edición. Es Licenciado en Ciencias Políticas y asesora a un funcionario provincial. Cuando era chico fue modelo.

“Escucho cuarteto y fui a la universidad. También tengo la noche de Córdoba, que es la mejor del país”, agregó.

Es de Tres de Febrero, Saenz Peña. Modelo, dijo que entra a la casa para demostrar que las modelos no son “sólo una cara bonita”: “Somos personas inteligentes, que podemos pensar, sabemos bien lo que somos y lo que valemos”.

Aseguró que es “hiperactiva”, que le encanta pelear, se enoja rápido y no le gusta la mentira.

Es de Santa Cruz. Se presentó como Jorge Barrionuevo. “Hace más de 10 años que a escondidas soy Luciana Martínez”, agregó.

“Ahora quiero que me conozcas como Luciana Martínez”, dijo luciendo un vestido con transparencias y brillos. Y agregó: “Me vine con mi valija hasta Buenos Aires para hacer el casting”.

Es de Corrientes, arquitecto y emprendedor. “Me gusta competir y destacarse”, reconoció.

Aseguró que es “buena onda” y que medita mucho. “Siempre quise ser actor, mi viejo me dijo que eso era un hobby. Me creí que tenía que ser un empresario hasta que me empecé a escuchar a mí”, relató.

Andrea es de San Cristóbal y es profe en un gimnasio. Dijo que le gusta hablar mal de los hombres: “Es difícil vincularse, está duro el mercado”.

Es Evangelista, se casó, se divorció y hace 18 años que no vive con un hombre. “Cada vez que se acerca la Navidad yo necesito estar de novia”.

Con un carisma inigualable, Brian es vendedor ambulante y trabaja en la línea San Martín. “Salgo todos los días a pelearla con la venta que es lo que heredé de mi papá y lo que me encanta”, contó.

Actualmente Brian vendé golosinas aunque ha vendido hasta preservativos.

Es de Canning, trabaja como administrativa en la Federación de camioneros. “Trabajo para los Moyano. Hace 10 años que estoy trabajando con ellos, los conozco a todos y buena onda”, expuso.

Dijo que está “chiflada” y es “muy divertida”. “A la noche no tengo sueño, tengo ganas de salir a tomar algo, todas las noches”, aseguró.

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