El ‘Nuevo Hotel Miranda!’: con grandes y nuevos hits

El dúeto conformado por Ale Sergi y Juliana Gattas siguen por buen camino con ‘Hotel Miranda!’ para que el disco tenga canciones nuevas. Si bien, la galeria de reversiones de sus hits con grandes colaboraciones es motivo de celebración, tras 25 años de carrera. El dueto prefiere romperla con nuevo contenido. Teniendo en cuenta, que esa serie de hits reversionados con músicos y músicas jóvenes fueron un éxito que los catapultó a ganar el Gardel de Oro en 2024 y sumar millones de escuchas en plataformas. 

El comienzo de ‘Hotel Miranda!’ es de un nivel muy alto. Con una pista de baile de los años ochenta y un sintetizador de ‘Everybody Wants to Rule the World’, de Tears For Fears. ‘Triste’ es en colaboración con Conociendo Rusia, con la voz dulce inconfundible de Mateo Sujatovich. El efectivo estribillo es lo que destaca en esta canción: “Tan triste, ¿por qué no me dijiste que estaba tan mal?, quisiera cambiar, estoy a tiempo de volver a empezar”. Un arranque hitero y luminoso.  

Luego llega ‘Me gusta’, en colaboración con Tini, una canción para rotativas, con un sonido familiar pop, Tini transmite su impronta de estrella pop, con una performance del dúo que brilla. 

Continúa ‘Sin solución’, tema que comparten con Leo Rizzi, cantante español en voga. Nos traen una canción alegre, con estribillos tarareables. Sigue ‘Hace rato’, con Nicki Nicol, donde la fórmula de Miranda! se destaca , la temática es la incomprensión y la incomodidad en el amor, aparecen en escena unos jugueteos con la deformación de la voz de Ale y unas melodías luminosas. Esos son los contrastes que funcionan en estas canciones y que conforman el espíritu de la banda, desde que hacían bailar al público argentino. 

Tenemos a ‘Plutón’, produce el hechizo del que habla la canción, Vicentico representa a un enamorado, fuera de toda ironía, con el desparpajo que una canción de Miranda merece. Es una balada que logra hacernos bajar unos cambios post sobredosis de bases electrónicas.  

El hit definitivo de disco es ‘Siempre que lo beso’. Fue uno de los primeros singles estrenados del álbum, hace un año, y funciona. La canción es pegajosa hasta la muerte y Kenia OS los segundea en el desborde de pasión, métricas perfectas y rimas ajustadísimas. El juego entre el amor a un gato o a un gym bro es esa ironía infalible a la que Miranda rinde culto: “Él sigue siempre su rutina, desayuna proteína, se tira panza al sol para absorber energía y siempre se da cuenta si lo miro, y me mira”. 

En ‘Como amigos’ canta Ana Mena, una artista española que lleva un tiempo intentando desembarcar en Argentina. Es una canción luminosa, sin drama, con un saxo ochentoso y una frase (“la vida pasa y el amor también”) que puede imaginarse para un final de show con fuegos artificiales, con el espíritu de Chris Martin “viva la vida”. 

Miranda! no defrauda, sus canciones sobre los vericuetos del amor son bailables, no importa el lugar donde estes. El camp como estilo es algo de que se han escrito cantidad de páginas, es la manera estética de desplegar lo ampuloso, lo estetico, lo extravagante, muy vinculada a la cultura LGTB. En la música de Miranda se refleja la forma de abordar su eterna canción de amor y también los sonidos y la forma de cantar. Ellos son un gran exponente de lo camp y del sonido pop en Argentina.

‘Hotel Miranda!’ tiene un momento camp, loco, inesperado, pero no por el estilo al que nos tienen acostumbrados. ‘Igual a nadie’ es una canción en la que Ale Sergi narra la historia de Cintia, una chica que conoció en Córdoba Capital.

La canción pasa el estribillo sin el invitado y cuando finalmente aparece, resulta ser Fito Páez y su forma inconfundible de cantar. Veníamos comiendo pizza y de repente alguien nos ofrece una milanesa. Fito le canta a Cintia, se desvive, “Cintia, mi amor”, “fumando el pucho en cualquier balcón, te conocí una noche en Córdoba Capital, siempre sos el centro de atención”. Y ahí se termina. No pudimos ni terminar la pizza que la milanesa se acabó. La sensación es como de una aparición en el hotel a medianoche. Fito se come la canción y se va. 

En este punto es inevitable pensar en ‘Hotel Miranda!’, que en el final tiene la colaboración con Andrés Calamaro. El invitado consagrado del disco. Calamaro parecía haber nacido para hacer ‘Tu misterioso alguien’, no desentona, se suma y juega las mismas reglas. Vicentico también lo hace en este álbum al igual que Fito pero no se acopla al tema, manda. 

Promediando el álbum, en ‘Una loca historia de amor’, que comparten con Young Cister, Juliana canta con sus tonos agudos y Ale hace con la voz la famosa melodía de “Tarzan Boy” de Baltimora. Esa es una forma de homenaje que vemos actualmente también en el género urbano, en el que podemos escuchar a un joven artista haciendo un fraseo con la melodía de un reggaetón viejo (su pasado musical son los comienzos de los 2000). En este caso Miranda! lo hace con su propia referencia del pasado musical, el synthpop. 

En el último tema, ‘Por ese hombre’, también se referencia a los ochenta oscuros y technos con sus melodías. Abraham Mateo, otro joven músico español, le suma drama, apropiándose de la canción. 

El Nuevo ‘Hotel Miranda!’ corre los riesgos, sale airoso, profundiza en el drama y el artificio y como resultado nos da buenas canciones, con algunos potenciales hits. Inclusive varios de estos temas cobran vida más allá del invitado y podríamos decir que no lo necesitan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *